sábado, marzo 12, 2016

THE INVASION

Oliver Hirschbiegel, James McTeigue, 2007




9093
HERVIDOR
design Michael Graves

El famosísimo hervidor con el pajarito que canta cuando el agua empieza a hervir, un gran éxito a partir de 1985, representa para Alessi el punto de encuentro entre el diseño de alto nivel y los métodos de producción a gran escala; encuentro buscado obstinadamente por Michael Graves, aplicando su personal código visual, el cual funde influencias desde el Art Déco hasta el Pop Art o el lenguaje de los dibujos animados

Michael Graves
Born in Indianapolis, he teaches architecture in Princeton since 1962. His architectural works include the Portland Building and the Humana Building, the extension of the Whitney Museum of American Art, and the Newark Museum. He created the best-selling 9093 kettle for Alessi. Michael Graves died in 2015

sábado, marzo 05, 2016

TOMORROWLAND

Brad Bird, 2015



THE UNISPHERE

Flushing Meadows - Corona Park, Borough of Queens.
Constructed 1963-1964

Gilmore D. Clarke, Landscape Architect

 United States Steel Company, Engineering and Fabrication








Uno de los pabellones más impactantes fue el de IBM, proyectado por Eero Saarinen, que consistía en un volumen ovoide con el logo corporativo repetido en relieve sobre su piel a modo de fractal, montado sobre una estructura de acero que remedaba a un bosque de árboles. Blanco, etéreo y liviano, pretendía reflejar la inmaterialidad del futuro digital que apenas despuntaba; y en su interior, sobre pantallas múltiples, se exhibía una muestra  multimedia creada por los infaltables Charles y Ray Eames. 

Entre los participantes internacionales, tuvo críticas favorables el pabellón de Japón creado por Kunio Maekawa, pionero de la arquitectura moderna en su país, con sus fachadas de piedra que remedaban una formación natural. Pero el que ganó el premio a la mejor arquitectura extranjera de la Feria fue el de España, sobrio por fuera en medio del caos de estímulos visuales, con su fachada austera modular e interiores exuberantes, proyectado por Javier Carvajal. En él se exhibieron algunos cuadros del Museo del Prado y actuó el bailarín flamenco Antonio Gades. 


Las crónicas que llegan hoy desde Estados Unidos, a propósito del medio siglo cumplido, se focalizan en los restos aún visibles en el Corona Park. Como el Unisphere, un globo terráqueo hueco y calado de 42 metros de altura, creación del arquitecto Gilmore Clarke y fabricado en acero inoxidable, que hasta hoy es el símbolo de Queens; el Salón de las Ciencias de Wallace, convertido en museo público de arte, y el pabellón de Philip Johnson, que se convirtió en pista de patinaje para luego caer en un estado calamitoso de abandono, del que lo rescató la exitosa película “Hombres de Negro”, de 1997, y recientemente fue declarado patrimonio histórico de Estados Unidos.






CIUTAT DE LES ARTS Y DE LES CIENCIES
MUSEO DE LAS CIENCIAS PRÍNCIPE FELIPE

Avenida Autopista del Saler, 1
Valencia

Arquitecto: Santiago Calatrava


Pero, entiéndanme, no hablo de títulos. Calatrava no es arquitecto aunque tenga el título, aunque tuviera 2, aunque lo tuviera por Harvard (Harvard, ¿es buena Escuela?), aunque tenga, realmente, todos los que quiera. No es arquitecto como tantos que también tienen el título, pero que no lo son, en realidad, pues no llegan a saber hacer arquitectura, ni con interés, y ni siquiera con corrección. Su mentalidad es la de un ingeniero. Y los ingenieros no entienden la disciplina arquitectónica, conceptual y precisa, funcional y constructiva, y tantas veces austera y plásticamente limitada, hecha de composiciones contenidas y refinadas, pero casi siempre sin espectacularidad ninguna. Cuando los ingenieros pretenden hacer arquitectura la confunden con algo simplemente plástico, con algo próximo a la escultura, arte que pasan a practicar, supuestamente, y sin mediación alguna, a despecho de la escala, y aprovechando la expresividad que se le puede dar a la estructura resistente, aunque esta expresividad pudiera estar fuera de lugar, como tantas veces lo está. Y así los ingenieros-escultores, como Calatrava, muy pocas veces aciertan en sus exacerbaciones plásticas. Casi siempre llegan a la cursilería y a la forma sin sentido, a la arbitrariedad sin interés, al formalismo vacío.

Al ver los edificios de Calatrava (ya incluso llamarles edificios es mucho decir) todo esto resulta bien claro, no sabe hacerlos. El Museo de la ciencia de Valencia es de una gran torpeza, una equivocada disposición lineal a la que no sabe encontrar el buen remate por sus extremos, y que tiene una luz libre interior muy grande que, naturalmente, no sirve para nada, pues el edificio y su uso no necesitan la diafanidad. Brilla en él, como si fueran oropeles, una estructura supuestamente "orgánica", al servicio de cuya plasticidad, ni siquiera conseguida, todo se ha subordinado.

Notas de Antón Capitel

JUEVES, 13 DE DICIEMBRE DE 2012


CALATRAVA NO ES ARQUITECTO, TENGA O NO EL TÍTULO

http://acapitel.blogspot.com.es/2012/12/calatrava-no-es-arquitecto.html






http://www.eamesoffice.com/the-work/think/

https://youtu.be/48d7zXYvGZU