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sábado, marzo 05, 2016

TOMORROWLAND

Brad Bird, 2015



THE UNISPHERE

Flushing Meadows - Corona Park, Borough of Queens.
Constructed 1963-1964

Gilmore D. Clarke, Landscape Architect

 United States Steel Company, Engineering and Fabrication








Uno de los pabellones más impactantes fue el de IBM, proyectado por Eero Saarinen, que consistía en un volumen ovoide con el logo corporativo repetido en relieve sobre su piel a modo de fractal, montado sobre una estructura de acero que remedaba a un bosque de árboles. Blanco, etéreo y liviano, pretendía reflejar la inmaterialidad del futuro digital que apenas despuntaba; y en su interior, sobre pantallas múltiples, se exhibía una muestra  multimedia creada por los infaltables Charles y Ray Eames. 

Entre los participantes internacionales, tuvo críticas favorables el pabellón de Japón creado por Kunio Maekawa, pionero de la arquitectura moderna en su país, con sus fachadas de piedra que remedaban una formación natural. Pero el que ganó el premio a la mejor arquitectura extranjera de la Feria fue el de España, sobrio por fuera en medio del caos de estímulos visuales, con su fachada austera modular e interiores exuberantes, proyectado por Javier Carvajal. En él se exhibieron algunos cuadros del Museo del Prado y actuó el bailarín flamenco Antonio Gades. 


Las crónicas que llegan hoy desde Estados Unidos, a propósito del medio siglo cumplido, se focalizan en los restos aún visibles en el Corona Park. Como el Unisphere, un globo terráqueo hueco y calado de 42 metros de altura, creación del arquitecto Gilmore Clarke y fabricado en acero inoxidable, que hasta hoy es el símbolo de Queens; el Salón de las Ciencias de Wallace, convertido en museo público de arte, y el pabellón de Philip Johnson, que se convirtió en pista de patinaje para luego caer en un estado calamitoso de abandono, del que lo rescató la exitosa película “Hombres de Negro”, de 1997, y recientemente fue declarado patrimonio histórico de Estados Unidos.






CIUTAT DE LES ARTS Y DE LES CIENCIES
MUSEO DE LAS CIENCIAS PRÍNCIPE FELIPE

Avenida Autopista del Saler, 1
Valencia

Arquitecto: Santiago Calatrava


Pero, entiéndanme, no hablo de títulos. Calatrava no es arquitecto aunque tenga el título, aunque tuviera 2, aunque lo tuviera por Harvard (Harvard, ¿es buena Escuela?), aunque tenga, realmente, todos los que quiera. No es arquitecto como tantos que también tienen el título, pero que no lo son, en realidad, pues no llegan a saber hacer arquitectura, ni con interés, y ni siquiera con corrección. Su mentalidad es la de un ingeniero. Y los ingenieros no entienden la disciplina arquitectónica, conceptual y precisa, funcional y constructiva, y tantas veces austera y plásticamente limitada, hecha de composiciones contenidas y refinadas, pero casi siempre sin espectacularidad ninguna. Cuando los ingenieros pretenden hacer arquitectura la confunden con algo simplemente plástico, con algo próximo a la escultura, arte que pasan a practicar, supuestamente, y sin mediación alguna, a despecho de la escala, y aprovechando la expresividad que se le puede dar a la estructura resistente, aunque esta expresividad pudiera estar fuera de lugar, como tantas veces lo está. Y así los ingenieros-escultores, como Calatrava, muy pocas veces aciertan en sus exacerbaciones plásticas. Casi siempre llegan a la cursilería y a la forma sin sentido, a la arbitrariedad sin interés, al formalismo vacío.

Al ver los edificios de Calatrava (ya incluso llamarles edificios es mucho decir) todo esto resulta bien claro, no sabe hacerlos. El Museo de la ciencia de Valencia es de una gran torpeza, una equivocada disposición lineal a la que no sabe encontrar el buen remate por sus extremos, y que tiene una luz libre interior muy grande que, naturalmente, no sirve para nada, pues el edificio y su uso no necesitan la diafanidad. Brilla en él, como si fueran oropeles, una estructura supuestamente "orgánica", al servicio de cuya plasticidad, ni siquiera conseguida, todo se ha subordinado.

Notas de Antón Capitel

JUEVES, 13 DE DICIEMBRE DE 2012


CALATRAVA NO ES ARQUITECTO, TENGA O NO EL TÍTULO

http://acapitel.blogspot.com.es/2012/12/calatrava-no-es-arquitecto.html






http://www.eamesoffice.com/the-work/think/

https://youtu.be/48d7zXYvGZU


sábado, noviembre 20, 2010

men in black

Barry Sonnenfeld, 1997

Solomon R. Guggenheim Museum
Fifth Ave. bet E. 88th and E. 89 th Sts.
1959 Frank Lloyd Wright
AIA GUIDE TO NEW YORK CITY E. WILLENSKY - N. WHITE PAG. 382

Para Wright, la palabra "orgánico" (que él aplicó por primera vez a la arquitectura en 1908) llegó a significar el uso del voladizo en hormigón como si se tratase de una forma natural arbórea. Al parecer, concibió esta forma como una ampliación directa de la metáfora vitalista de Sullivan del "gérmen seminal", extendida ahora para incluir toda la estructura más que el ornamento solo. Poco antes de su muerte, Wright escribió acerca del estanque en forma de vulva ubicado en el vestíbulo del Guggenheim Museum: "Típica de los detalles de este edificio, la figura simbólica es la vaina seminal ovalada que contiene unidades globulares". [...]
La visión usoniana de Wright, cristalizada primero en sus obras maestras de mediados de 1930, llegó a su plenitud en su Guggenheim Museum de Nueva York, de 1943. La idea estructural y parti para el museo se remonta a su esbozopara el Gordon Strong Planetarium de 1925, una propuesta de ciencia ficción por excelencia. Tratábase de un "ziggurat " destinado a la gratificación semireligiosa de los peregrinos "adoradores de la naturaleza". En el Guggenheim, se limitó a sacar al exterior la hélice disminutiva del planetario, invirtiendo y por tanto convirtiendo lo que antes había sido una rampa para coches en una galería interna en espiral, unahélice espacial extendida a la que más tarde Wright denominó "ola sin romper". El Guggenheim Museum debe ser considerado como el climax de la última parte de la carrera de Wright, ya que combina los principios estructurales y espaciales de de Falling Water con la iluminación de Johnson Wax desde lo alto. [...]
Historia crítica de la arquitectura moderna. Kenneth Frampton.
Estudiopaperback. Editorial Gustavo Gili. pgs. 191-192







Las crónicas que llegan hoy desde Estados Unidos, a propósito del medio siglo cumplido, se focalizan en los restos aún visibles en el Corona Park. Como el Unisphere, un globo terráqueo hueco y calado de 42 metros de altura, creación del arquitecto Gilmore Clarke y fabricado en acero inoxidable, que hasta hoy es el símbolo de Queens; el Salón de las Ciencias de Wallace, convertido en museo público de arte, y el pabellón de Philip Johnson, que se convirtió en pista de patinaje para luego caer en un estado calamitoso de abandono, del que lo rescató la exitosa película “Hombres de Negro”, de 1997, y recientemente fue declarado patrimonio histórico de Estados Unidos.